El lenguaje que rodea la infancia



LENGUAJE QUE RODEA LA INFANCIA.
.Resultado de imagen de lenguaje sexista en la infancia
El lenguaje al igual que otros parámetros que estamos analizando, están marcados por el androcentrismo imperante en nuestra sociedad y por supuesto lo tenemos tan interiorizado que lo trasladamos a todos los terreno incluido el infantil. Cuando nos dirigimos a esta población lo hacemos en términos genéricos como.. niños, alumnos, menores… y estamos obviando a las niñas, las alumnas, las menores.. Cuando te decides a cambiar estos términos y que sean más inclusivo de entrada, a tu alrededor la gente te mira pensando que ¿por qué lo haces???, Los documentos que emites, los que te piden ya marcados, las reuniones, las entrevistas.. todo está marcado por un lenguaje excluyente y masculinizado genéricamente. Nuestrxs pequeñxs que todo lo imitan y que poderosamente se aferran al lenguaje materno haciéndolo suyo, vuelven a iniciar el círculo a interiorizarlo y a generar este constructo sexista  que a través del lenguaje se vivencia y generaliza.
Más allá de los términos genéricos,  la forma y el fondo de cómo nos dirigimos a ellxs desde que nacen somos dulces y delicadxs ante una bebé y lanzamos mensajes tipo: machote, campeón, tio grande no llores.. cuando el bebé es niño. Somos más suaves cuando jugamos con ellas y juegos más corporales cuando juagamos con los niños. Hay varios experimentos muy interesantes donde se observa como nuestro lenguaje, nuestro tono de voz, nuestro tono corporal.. Varía si el bebé /que es el mismo, pero vestido de rosa o de azul/ es niña o niño. Estamos tan condicionados y contaminados, romper estos estereotipos y tópicos supone desaprender el lenguaje para volverlo a aprender.. y esto no es posible así pues iremos poco a poco en nuestro pequeño entorno, impregnando los mensajes con un lenguaje más inclusivo y no discriminatorio de la mujer.
 Resultado de imagen de lenguaje sexista en la infancia
Añado una reflexión que me parece interesante, proveniente de un blog...
Educaciónrespetuosa “A través del lenguaje transmitimos a los niños y las niñas el sistema sexo/género construido socialmente que define los estereotipos femeninos y masculinos, con sus diferentes capacidades y valores para mujeres y hombres.
Esta construcción de género está relacionada con nuestra sociedad y nuestra época. Es algo muy común asociar valores a la mujer como la afectividad, pasividad, sensibilidad, dependencia, erotismo, cuidado a los demás, volubilidad, etc. En cambio al hombre se le impone la fuerza física, autoridad, independencia, impulso sexual, actividad, etc.
Y estas asociaciones mentales, hacen que muchas veces de forma inconscientes  cuando nos dirigirnos a nuestros hijos o hijas lo hagamos con palabras y tono diferentes, por ejemplo, para las niñas “ bonita”, “princesa”, “preciosa” y en cambio para los niños “campeón”, “fortachón”, “trasto”.
Tomar consciencia de todo esto y de las consecuencias que puede tener en el desarrollo de la personalidad de esas niñas y niños es importante y puede ser muy liberador, tanto para ellas, como para ellos porque de esta forma se pueden permitir ser y expresar las cualidades de su propio ser y nos las que marca la sociedad.
Situaciones de uso de lenguaje sexista
Muchos estudios han demostrado la utilización androcéntrica del lenguaje aunque otros insisten en la neutralidad del mismo. Yo aquí simplemente os voy a hacer unas propuestas porque bajo mi punto de vista la utilización del masculino para referirse a los dos géneros no consigue representarlos, provoca confusión  y la cuestión más importante es que lo que no se nombra no existe,  por lo tanto, nuestro lenguaje oculta e invisibiliza a las mujeres.
El primer paso para el cambio, es aprender a identificar las situaciones donde estamos utilizando un lenguaje sexista. Por ejemplo:
Confusiones semánticas:
Es muy común, por ejemplo, escuchar decir “los niños del colegio han hecho el mural”. ¿Han sido solamente niños o también han participado las niñas?
O incluso, en palabras que se refieren a un conjunto de población como gente, pueblo, grupo…“el alumnado puede asistir con sus novias” o “los padres del colegio se dejan influir más por las sus mujeres que por las encuestas”.
Minusvaloración e infantilización en el uso y contenido de los adjetivos o apelativos para las mujeres
En la ideología patriarcal la dicotomía básica mujer-hombre, nos habla muchas veces del sexo débil/Sexo fuerte.
A menudo utilizado expresiones diferentes  como el término “señorita” para la mujer pero no “señorito” para el hombre. Además, hay expresiones o términos que las categorizan dentro de la definición con los niños y niñas o personas mayores como si fueran un colectivo desfavorecido cuando estamos hablando de más de la mitad de la población mundial.
Afianzar estereotipos
Reflexionar con frasecitas como “eso es cosa de niñas“, “la aspiradora de mamá“, “el coche de papá“…
El enfoque androcéntrico de nuestra expresión
Cuando a las mujeres se les identifica en función de su relación con un varón: En la fiesta los invitados y sus mujeres/ En la fiesta, las personas invitadas“.
Puesto que el resultado del mal uso y abuso del masculino como genérico: masculiniza el pensamiento, afianza estereotipos y oculta la presencia de las mujeres en el mundo.
Entonces, una vez somos conscientes de todo esto, ¿qué podemos hacer?
Utilización de lenguaje inclusivo no sexista:
  • Utilizar los genéricos colectivos: Existen palabras tanto masculinas como femeninas que son realmente genéricas y incluyen a ambos sexos: alumnado, gente, población, equipo docente, profesorado, familia, infancia, criaturas. el alumnado, la infancia, la población, el personal médico, la juventud, el electorado…
  • Utilizar abstractos: la redacción (por los redactores), la dirección (por los directores), la legislación (por el legislador)…
  • Evitar el uso de el, los, aquel, aquellos, seguidos del relativo que con sentido general: El que sepa leer entre líneas lo entenderá. Es más recomendable: Quien sepa leer entre líneas lo entenderá.
  • Cambiar el verbo de la tercera a la segunda persona del singular (tú o usted) o a la primera del plural sin mencionar el sujeto. Se propone la forma: Si usted posee un abono podrá viajar gratis, en lugar de El abonado podrá viajar gratis.
  • Nombrar en masculino y femenino si el grupo es mixto. Esta opción es un tema en el que existen diferentes criterios. Personalmente, no considero que es un repetición decir las madres y los padres o las niñas y los niños ya que no duplicamos sino que hacemos referencia a ambas partes del colectivo. Además, quizás hoy no sea correcto pero el lenguaje es algo vivo y democrático, cuando una palabra es utilizada por la mayoría normalmente, acabará siendo aceptada por la RAE. El tema de la RAE es controvertido, porque si bien es cierto que es un reflejo de la sociedad, también consagra los usos lingüísticos correctos. En mi caso veo que para los niños y las niñas es importante. Un lugar donde he visto que resulta muy importante hacer esto es en los talleres de acoso escolar, ya que cuando hablamos de violencia escolar o oyes hablar del acosador en nuestra mente aparece casi siempre la figura de un niño. Utilizando un lenguaje donde nombras a ambos sexos me di cuenta de esa necesidad de visibilización de los procesos de acoso donde la parte agresora son las niñas y como existe una tendencia entre el profesorado a no dar la misma importancia ni carga para un sexo que para otro en estos temas.
  • Nombrar profesiones, ocupaciones y titulaciones en femenino. Por ejemplo, si miramos en la definición de la RAE de alcaldesa todavía se encuentra “ Mujer del alcalde”. Los papeles de los hombres y las mujeres dentro de la sociedad han cambiado y la lengua también ha de reflejar esos cambios, concretamente es importante hacer uso de la designación en tema de profesiones, ocupaciones y titulaciones para el que sólo se utilizaba el masculino. El hecho de que a algunas personas les resulten extraños términos como “Ingeniera”o “Ministra” no se debe a que sean incorrectos, sino a la práctica inexistencia hasta la época actual de mujeres que ocupasen estos cargos o profesiones. Pero, si encima no las nombramos en femenino hacemos más difícil que nuestras niñas puedan llegar a tener en si quiera en su imaginario y por lo tanto, será complicado que elijan dedicar su vida y apostar por esos campos profesionales donde la figura del hombre es la reinante. Os dejo el link a un documental ameno pero que nos puede ayudar a reflexionar sobre  el tema de los medios de comunicación y la cosificación de las mujeres en EEUU.
Estos dos últimos puntos apuestan por acciones modificadoras dentro del lenguaje. Sin embargo, dentro del las teorías sobre el lenguaje sexista hay muchas corrientes y no todas optan por esta intervención. Todo es cuestión del eterno debate sobre si el  lenguaje reproduce o produce una determinada imagen del mundo. Lo que hace que haya corrientes feministas que abogan por desarrollar acciones modificadoras del lenguaje para cambiar la desigualdad social o, por el contrario, otras apuestan por la acción social igualitaria que hará que el lenguaje cambia de forma natural.

Añado algunas herramientas que pueden ser de interés.
·         La Junta de Andalucía tienen un portal al que suelo recurrir, con muchos recursos muy cercanos para el aula, muy interesantes y lleno de contenido..
 “Nombra en red” es un programa que ofrece el Instituto de la Mujer que funciona, a modo de diccionario electrónico, para buscar términos, expresiones sexistas o que ignoran la presencia femenina, y ofrece alternativas: sustituir el masculino por un sustantivo genérico (personal, equipo, colectivo, público, gente); uso de sustantivos abstractos (profesorado, alumnado, clientela); cambios en la redacción o uso de perífrasis para evitar reducir al masculino una referencia. El archivo ejecutable se puede descargar e instalarlo en el propio ordenador.

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